05/06/2013
Tu pelo es lacio, y cae como una lamina de lluvia.
Los rulos te temerían como tantos tibios. No se animan a escalar a tu cabeza.
Vos vienes con tus piernas como rayos a sacudir el mundo de cada persona.
Los gordos satisfechos tiemblan y se alejan porque entienden muy poco de la creatividad de la muerte.
Tal vez tus medias puntas vayan por todo el mundo buscando.
Eso es bien.
Rebalso pensando que tu frente y mis labios se van a cruzar en espacios tiempos que no imagino aún.
Que la entropía de aquel sistema permita que tu energía movilice,
que las trabas sean la pimienta
y que tu estruendosa risa atraviese todos los charcos
para que podamos escucharla todas tus hijas.