8.11.14

Lluvia y llave

La lluvia y la llave
se funden en la espera vacía.

Ceden el paso frente a una lágrima que camina,
ella se tropieza y
todavía no está en verde.

La llave permanece como un agravio en un rincón,
no se oxida.
Desde el omóplato izquierdo,
me raspa el paladar,
mientras la lluvia oprime mi cintura.

La puerta tiene un cartel.
En la puerta dice mujer.

En un charco se ahoga la llave.
Como enjaulada, me quiero ir de mí.
Aunque
puede ser que
mañana salga el sol.