29.3.08

Yendo

Había salido del hotel temprano en la mañana de un día feriado a causa de una creencia arcaica y desgastada. A raiz de eso y de la condensación de la memoria del pueblo en horas para el turismo y recitales de Copani, tuve que esperar toda la tarde antes de poder subirme a la zapatilla azul con ruedas, acompañado de 36 desconocidos que podían o no compartir mi destino. Ignorando la muy práctica existencia de lockers en Retiro, me pasé con el bolso que obviamente reducia mi movilidad pues nunca sabemos cuando va a llover, helar o abrumar un calor húmedo. El clima es tan posmoderno que se encuentra plagado de incertidumbre.
En una plaza con las mismas iniciales que una banda mítica argentina, la tentación de imitar el desvergonzado reposo en los bancos detuvo mi marcha. Yacía ahi tan contento. No sé de donde salió, de que hogar conflictuado, pero me echó de la plaza. Sin ser una de las fichas de quién ostenta el monopolio de la violencia, con su estruendoso grito histérico, acusandome de robo de persona (me robaste mi pareja), de egoísmo, hasta me expulso del país.
Mientras me iba recordé una cinta amarilla de plástico que prohibia el paso y las palabras Ministerio de Espacio Público en ella. Todo parecía absurdo.

C.B.A

Al entrar en ella,
se muestra, como mínimo,hostil.
Pareciera uno estar
en la boca de un gato,
una alfombra rugosa y seca, una bóveda de neón y acero.
Gente y no-gente.
La soledad en todos.
Como te hace llorar,
tanta acidez.
Pero
te quedas.
Si te dejas vivir por ella,
si te deja vivir en ella,
buscas un momento,
se esfuma la tensión;
sintiendo el temblor subterraneo
vas a querer acariciar su rostro con tu pulgar.
Violenta y bella,
es imposible la apatía.

3.3.08

nunca compras una mochila

Desde su entrada escasamente triunfal puse mi atención en ella que llevaba puesta una camiseta de futbol. Papá, mamá y los chicos también entraron al local sin ritmo de chacarera. Las mujeres avanzaron en una búsqueda que interrumpí con mi ayuda egoista, el stablishment diría brindando un servio cordial orientando a los potenciales clientes en la adquisición de un producto pasible de satisfacer sus (in)necesidades. Fui ignorada por cuestiones métricas. Papá con su estatura, sin siquiera elevar las puntitillas de sus pies, alcanzó la mochila azul grande, perfecta para cargar libros de texto, cuadernos estilo universitario y muchas cosas más. Esto señores sí es una cuestión de tamaño.
Noten, por favor noten lo que yo veía mientras llovia afuera y en una de esas si se largaba con todo nos inundabamos otra vez. Él dijo: ¿azul querés?¿no querés una de Barbie(1)? Ella mayor dijo: Es grande ya para Barbie ( muñeca de más de 50 años)Dice que es grande ya. A lo que él contestó: Bueno, yo que sé. Eso usan las chicAs. Decía chicas con A porque en un razonamiento completamente de quinta extremidad felina o con la voz de Charles W. Mills pensé: no están comprando una mochila. No. Están discutiendo sobre el género y la sexualidad de su hija. La nena consume objetos destinados en el mercado al otro sexo. Alex y la eleccion impuesta así como los términos de la misma. ¿Eso, dice algo sobre su identidad, su orientación sexual?
No sé es lo más sincero que puedo decirles.
Y
Más allá de las construcciones de lógicas improvisadas en serio creo, nunca compras una mochila.



Nota al pie
1- Minutos antes una señora solicitaba semi desesperada no-barbie, no-princesas de Disney y se fue resignada.