6.9.06

Negación

Negación

Muchas veces se despierta con sueño y queda recostado mirando el cielo. Los ojos vuelan entre las hojas y vuelven a la orean que las moscas se acercan al hocico como si hubiera miel adentro. Son molestas pero entretienen, es algo para hacer y es divertido hacerlo, perseguirlas para asustarlas con mordiscones; que vean los colmillos filosos y esquiven la muerte.
La mosca cansada de fracasar en su reposo va a otro jardín. Babea en el marco de madera barnizado con las ansias empujándolo a saltar. Arriba del mesón se ha recostado disfrutando la frescura.
_ ¿Qué haces aquí? ¿Por qué has saltado?_ Una mujer alta, morena, con ojos de luna al revés y vestido de lino hace de su voz compasiva una canción. Al verlo jadear con la lengua afuera y las pupilas risueñas se larga a llorar. Desconsolada, empapada y vacía corre a abrazarlo. Cada vez su llanto es más fuerte porque no puede negar, ni ignorarlo, ni pretender que ha mejorado. Su esposo nunca ha dejado de creerse perro.

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