29.1.09

guanchin fruncin palito palito

En la casa mediana y modesta de Kuki hay una mesedora de madera barnizada. Jime fantasea balancearse hasta vencerla, caer y reirse a carcajadas en el piso por la idiotez de la hazaña cubriendo los moretones y raspaduras con ambas manos, en varias ocasiones, para que ninguna huella quede sin conmemoración. La mira tanto que la vieja sospecha que la quiere heredar o robar en caso de que se harte de esperar su muerte. Para desalentarla de tan maliciosas intenciones se extiende en los defectos y falencias de esa porqueria, tan pasada de moda, inútil, ocupa lugar no más y junta mugre a lo loco.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Escribes muy lindo, pero escribes poco. Me arriesgo a decir que la calidad no va a bajar si es que aumentas un poco la cantidad, sino creo que va a subir.

antonino dijo...

pienso lo mismo ;)

Lucia dijo...

Me gusto tanto el comentario de ambos que obedecí.