21.6.15

Vaivénes

Que cuerpo increíble,
capaz de mutar así,
capaz de gobernar y liderar
semejante
transformación.

Como baila el vacío,
golpea con insistencia y ferocidad esa otredad.
A lo lejos las risas,
acaban de llegar en una caja.

Creamos esas uvas saladas
y los gestos se roban todo el sabor de lo que dices.
Incluso en la molestia,
me divierte como suenas.

Una ruptura desencadenó
una seguidilla de innovaciones,
y una gotera de críticas.
Fue una apertura,
un quiebre,
un deslizamiento,
con balanceos,
giros,
confusión
y mareo.

Mareados estamos y escuchamos,
mareados nos queremos mucho,
nos encantamos.
Nos entendemos tan bien…
hasta que nos queremos sincerar.
Deberíamos saber ya, que lo nuestro es jugar a una cosa
y ser seriamente otra.

Los demás tienen que ver,
hacen de espectadores curiosos,
de paparazis, a veces.
Opinan,
elijen,
se sorprenden
y los más cercanos...

Esos ignoran, dudo que sospechen.

En el sur la miel hace tambalear escaleras,
y el miedo cae como un telón.
Me baño con él,
abro grandes los ojos
y el paraguas también.

Voy oscilando entre la fiaca y el stress,
entre lo criminal, lo animal y lo racional.

Un poco se va desaprendiendo eso de sentir cargas
de suponer cadenas en los tobillos.
Igual, entre las persianas que se mueven,
hay espacio para aclaraciones innecesarias.

1 comentario:

huggggo dijo...

Genia, Me encanta!